La seguridad en almacenes es un área prioritaria. Como en todo escenario, se rige por una serie de normas destinadas a prevenir grandes pérdidas. El objetivo es mitigar los riesgos y tener el control sobre bienes y activos. La mayoría de las grandes cadenas manejan sus propios depósitos de mercancía. Por ende, es fundamental que apliquen estrategias para blindar sus instalaciones.
Si bien la prevención de accidentes laborales es un asunto importante, la política anti robos lo es aún más. En este sentido, hay toda una legislación destinada a preservar la integridad física de los trabajadores. De igual modo, según la categoría o el tipo de producto, otras condiciones aplican.
¿Cómo controlar pérdidas en almacenes?
Con el firme propósito de activar el protocolo preventivo, es oportuno tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para afianzar la seguridad en almacenes.
Realizar un análisis de riesgos
Para garantizar el éxito del equipo de resguardo, lo primero que se debe hacer es un análisis de riesgos. De esta forma, se promueve la cultura preventiva, donde el accionar, es decisivo. Entonces todo gerente o director ejecutivo, se enfocará en áreas clave.
Una vez que se identifican las posibles amenazas, se procede con la respectiva evaluación. Algunas compañías se apegan a un manual de crisis, donde se define el protocolo de actuación y se aplican medidas, con énfasis en la prevención. Por lo tanto, el personal quedará sujeto a estas directrices y cada cierto tiempo, se les hará seguimiento y evaluación.

Importante
Una herramienta que no puede faltar son las alarmas, las cuales son útiles, según las dimensiones del lugar. Y es que al planificar en detalle la prevención de pérdidas en un almacén, se neutraliza la dinámica de intrusión. En tal sentido, se debe:
-Estudiar las características del lugar con un plano actualizado, donde se aprecien los accesos, ventanas, conexiones, pasos y salidas de emergencia.
-Verificar el tipo de mercancía en custodia para mejor funcionamiento del sistema de seguridad. De esto dependerá que haya equilibrio y retorno en la inversión.
-Tránsito.
Videovigilancia
A veces no basta con contratar oficiales de seguridad. Si la mercancía se encuentra en un galpón o en espacios muy amplios, lo mejor es instalar un Circuito Cerrado de Televisión (CCTV). Una vez más, la tecnología se convierte en aliada de procesos. Las cámaras, junto a las luces y sensores de movimiento, situadas en sitios estratégicos, permiten monitorear en tiempo real las entradas y salidas. A su vez, figuran como elementos disuasorios.
Restringir accesos
Si se almacenan productos de valor, es prudente habilitar controles de acceso. Así se mantiene un control certero de la entrada o salida de materiales. Incluso, los sensores permiten confirmar si una persona está autorizada y si cuenta con la debida documentación. De hecho, la normativa de seguridad es clara al exigir que todos los puntos de acceso a un depósito deben ser visibles y por supuesto, mantenerse libres de obstáculos.
Optimizar la iluminación
La luz natural no es suficiente para monitorear un almacén. Por eso el comercio invierte en focos LED que son ideales para combatir puntos ciegos. Aparte de favorecer el registro de imágenes en cámara, un ambiente correctamente iluminado y ventilado incentiva la productividad de los operadores.
Convocar mesas de trabajo continuas
El supervisor de seguridad de un almacén debe mantener actualizado a su equipo de trabajo. Esto quiere decir que, con base en la mejora continua, la formación es primordial. De ello dependerá que el sistema de seguridad funcione de manera eficiente. La experiencia y el accionar en cuanto a procedimientos marcará la diferencia a la hora de enfrentar una amenaza.
Desde luego, disponer de un almacén facilita el orden y el control del inventario. De ahí que su uso sea indispensable para todo tipo de industria. Las inspecciones diarias certifican que, en efecto, no sucede nada inusual. De hecho, un depósito será lo suficientemente seguro en función de las personas que trabajen en él.

Gestión integral para la seguridad en almacenes
Precisamente, la gestión de un almacén permite que una empresa cubra las expectativas de sus clientes. Ahorra tiempo al personal en tienda, quienes pueden disponer de forma inmediata de productos, materia prima, máquinas o equipos. Aunado al resguardo, la planificación facilita el abastecimiento y la fase logística, lo que se traduce en más ventas.
Al analizar las estadísticas, nos encontramos que aparte de los incidentes laborales, la intrusión es el segundo riesgo que enfrentan las empresas en esta área. Mientras más amplio sea un almacén, mayor es la probabilidad de pérdidas.
Un desempeño integral entre los coordinadores y líderes de seguridad, favorece el monitoreo, con base en la comunicación asertiva. La claridad y la precisión al girar una instrucción mantendrá la coherencia, considerando que muchas veces el traslado de mercancía requiere de escoltas, sin pasar por tienda física.
Diseño de procesos
Para la integración de los diferentes departamentos encargados del funcionamiento de un almacén, es prioridad el diseño de procesos. En términos de seguridad, el líder de resguardo deberá tener clara la misión de la compañía, la visión, los valores corporativos y la política de calidad.
Aunado a ello, para definir estrategias, requiere de un manual de procesos y procedimientos, donde esté concreta la dinámica comercial, de compras, desarrollo empresarial y producción. Ya en entregas anteriores, hemos profundizado en los elementos que forman parte de un proceso:
- Entradas (Que pueden ser pedidos, requerimientos de clientes o cotizaciones).
- Transformación (Entrega de materiales, herramientas o insumos por parte del almacenista, con orden de trabajo en mano).
- Salidas (Inspecciones de rigor).
- Controles (Seguimiento, supervisión y análisis).
Cada documento emitido servirá como soporte a la hora de una auditoría. Estos permitirán corroborar a futuro si los indicadores de gestión son satisfactorios, considerando la eficacia y calidad del desempeño de quienes integran cada área. Evidentemente, es toda una cadena que no depende exclusivamente del supervisor de seguridad: la comunicación inmediata con los líderes de cada proceso determinará la efectividad del sistema.
Complejidades del sector
De acuerdo con Coronado (2018), la actividad logística siempre es compleja y dinámica. “Los accesos son muy importantes porque los principales riesgos a evitar en los almacenes son el robo hormiga –hurtos de poco valor– y una invasión”.
Además, está el riesgo de fraude interno, que ocurre por la fuga de información. A su juicio, el rol de la seguridad privada es vital, debido a que un plan de protección no sirve si falta una pieza.
Todo apunta a que en los países latinoamericanos, combatir el robo de carga es uno de los más grandes retos. Le sigue el asalto a los almacenes e instalaciones. Cada día es más latente lo que expertos en seguridad denominan “efecto negación”. En la medida en que se comprendan las modalidades de robo, será posible alcanzar el éxito mediante la automatización.
Control total de pérdidas
En el siguiente audiovisual, se aborda lo concerniente a gestión de peligros y riesgos laborales, un tema que también implica pérdidas.
Fuentes consultadas
-Coronado, H. (2018). “La seguridad en los centros de distribución depende de la operación y los riesgos de cada zona”. Entrevista: Director de Seguridad Amazon. SeguriLatam. En: https://www.segurilatam.com/entrevistas/la-seguridad-en-los-centros-de-distribucion-depende-de-la-operacion-y-los-riesgos-de-cada-zona_20180714.html